Los jovenes y la revolución...

Preparemos la tierra fértil para la buena semilla.

Y en América Latina, sobran los jóvenes que son excelente tierra para la buena semilla que es el pensamiento revolucionario.

Necesitamos jóvenes subversivos y radicales. Al menos, jóvenes dispuestos a MADURAR su consciencia ideológica revolucionaria en ese sentido.

¡Ah! claro, la derecha cuestiona estas palabras, distorsionando demagógicamente EL VERDADERO SIGNIFICADO de las mismas. Ya el establishment oligárquico de nuestros países se encargó de asustar a todos comparando a los jóvenes quen optaron por un pensamiento comprometido con "delincuentes locos, criminales y asesinos".

Analicemos qué significa subvertir y radical.

Subvertir viene del latin "sub" y "vere" que es "ver por debajo". Es decir, mirar más allá de lo aparente. En la revolución tenemos que estar conscientes de la importancia de estimular en los jóvenes esta clase de pensamiento, retándolos a profundizar en el entendimiento de la realidad.

Sino, su capacidad de conocer seguirá guiada por valores de la Derecha, al fin y al cabo, valores inculcados por el establishment oligárquico.

Radical significa "ir a la raíz", que es a lo que nos anima nuestro Presidente Comandante Chávez. A ir a la raíz de las cosas.

En la revolución puede que haya muchachos que, de repente, no han logrado centrarse en su pensamiento revolucionario, pero que les sobran las ganas de hacerlo y, ante la situación del foro, se ponen las pilas y se convierten en jóvenes comprometidos, crítico-constructivos, integros. A esos, los necesitamos.

Nuestros jovenes son la garantía de la continuidad revolucionaria, la futura vanguardia. La revolución no debe traicionarlos en sus sueños y esperanzas. Debe incluirlos, animarlos y comprometerlos, elevando consciencias revolucionarias, dándoles Poder y participación. Las revoluciones crecen y se proyectan en el tiempo gracias a sus bellos y nobles sentimientos revolucionarios.