lunes, 26 de noviembre de 2007

Se enfrian relaciones entre Venezuela y Colombia


Nótese lo curioso que es que, en las últimas semanas, cuando el triunfo del socialismo en elecciones democráticas es inminente en Venezuela, incluso aquéllos que se decían nuestros aliados han entrado en una dinámica de declaraciones en las que, de alguna manera, se cuestiona el liderazgo internacional del Presidente Chávez.

Se le culpa por los altos precios del petróleo (Bachelet), se le acusa de "irrespetar" a ex-presidentes españoles (Zapatero), se le señala por "ofender" al Rey de España (no sólo la prensa de la derecha, sino también la "centroizquierdista") y ahora, el Presidente Uribe pone fin a la exitosa mediación que venía haciendo el Presidente Chávez frente a las FARC y, no conforme con eso, el Gobierno colombiano dice que lo hace "para proteger su política de seguridad democrática", frente a la acción que significó la conversación breve entre el Presidente de nuestro país y el Jefe del Ejército colombiano.

En nuestro juicio, el Presidente Uribe sobredimensionó el hecho, y lo elevó a causa del fin de la mediación venezolana.

Aquí van parte de las declaraciones del Presidente Uribe anoche, cuando respondió a las acusaciones que le hizo el Presidente Chávez de mentiroso:

*"Sus palabras, sus actitudes, dan la impresión de que usted no está interesado en la paz de Colombia, sino en que Colombia sea víctima de un gobierno terrorista de las FARC"

*"El pueblo de Colombia tiene todo el derecho de derrotar el terrorismo, tiene todo el derecho a aceptar mediaciones, pero no mediaciones que busquen el protagonismo político, el enseñoramiento político del terrorismo".

*"La verdad, presidente Chávez, es que nosotros necesitamos una mediación contra el terrorismo y no legitimadores del terrorismo"

*"La verdad, presidente Chávez, es que si usted está fomentando un proyecto expansionista en el continente, en Colombia ese proyecto no tiene entrada"

*"La verdad (...) es que no se puede incendiar el continente como usted lo hace, hablando un día contra España, al otro día con los Estados Unidos; maltratando un día a México, al siguiente al Perú, en la mañana después a Bolivia"

Esto es tan indignante...

Supongo que se habrán dado cuenta que, si bien el Presidente Chávez llamó mentiroso al Presidente Uribe, sus palabras quedan lamentablemente ratificadas cuando uno lee la respuesta del Mandatario colombiano.

Y queda evidenciado que el único que quiere sacar ventaja y protagonismos es, precisamente, el Presidente Uribe, con su reacción inesperada y sorpresiva, fundamentada en puros falsos contra el Presidente Chávez, de paso escandalosísimos.

Queda al descubierto su papel, estratégico para el Imperio, en Latinoamérica.

Cuando uno evalúa las diferentes dimensiones del asunto, tiene forzosamente que concluir que la más dolorosa de todas, para Venezuela, se encuentra en el accionar del Gobierno colombiano que, tras darle al Presidente Chávez la confianza para coadyuvar en la liberación de tantos hermanos colombianos de manos de la guerrilla, pone en duda las buenas intenciones de nuestro Presidente y lo descalifica.

Su Alto Comisionado para la Paz, Señor Restrepo, incluso insinuó en sus declaraciones del sábado vinculaciones políticas, por supuesto inexistentes, entre el Presidente Chávez y las FARC, en fin, altos funcionarios colombianos malponen al Presidente venezolano y lo vinculan injustamente con organizaciones que han sido calificadas por muchos gobiernos en el mundo como terroristas.

El colmo es la expresión del Presidente Uribe respecto a una supuesta "política expansionista" del Estado venezolano sobre el continente latinoamericano y su calificación del Presidente Chávez como "demágogo".

Eso es una puñalada trapera, veáse por donde se vea.

¿Y se pretende que el Presidente Chávez no diga una palabra?

Por supuesto que la iba a decir, como en efecto, y en todo derecho, la dijo. Y tenía que decirla en el tono más fuerte posible, porque no es poco el tamaño de la traición.
El enfriamiento de las relaciones diplomáticas es un hecho.

Yo no diría que el enfriamiento de las relaciones se deba a un manejo caprichoso de la situación por parte de ambos presidentes.
Son acciones que deben verse desde un punto de vista más amplio, estratégico, e incluso geopolítico, en donde se evidencian las contradicciones y diferencias profundas entre dos Gobiernos ideológicamente enfrentados de manera diametral.
A mi, no me parece una "casualidad" que el Presidente Uribe ponga fin a la mediación a unos días del Referendo Aprobatorio de la Reforma Constitucional en Venezuela.
Parece obedecer a una estrategia descalificadora de la figura del Presidente Chávez en el escenario latinoamericano.
Y, para colmo, la Corte Suprema colombiana le abre un juicio a la senadora Piedad Córdoba por "traición a la Patria" a la vez que recibe amenazas anónimas de muerte.
Tampoco me parece casualidad que, según se dice, en estos momentos vengan sendos portaviones norteamericanos a patrullar aguas del Caribe.
La acción del Presidente Uribe, soberana como es, fue dada con explicaciones que malponen a nuestro Presidente a niveles inaceptables para el Gobierno de Venezuela.
En mi opinión, la reacción del Presidente Chávez tenía que ser fuerte y contundente.
Es cierto que fue muy directo y franco, pero su reacción no es para menos dado el desprestigio que altos funcionarios del Gobierno colombiano quisieron adjudicarle, al momento del fin de la mediación.
Hubiese sido preferible que el Gobierno colombiano, si hubiese actuado de buena fe, lo hubiese expresado de una manera discreta.
Existen otros mecanismos que no suponen la descalificación grosera del mediador.
Todos sabemos que el Presidente Uribe está en su derecho soberano a suspender la mediación.
Sin embargo, se dieron explicaciones que oscurecen, no aclaran, las relaciones bilaterales.
Esperemos que, de tomarse acciones económicas, sean aquéllas que, de alguna manera, pongan en orden muchas irregularidades que han venido ocurriendo en el comercio de nuestros países, como el contrabando de gasolina y alimentos de Venezuela hacia Colombia y que las relaciones comerciales regulares no se vean gravemente afectadas, porque Venezuela y Colombia tienen un fuerte flujo comercial, sobre todo de alimentos.

Y que la GN refuerce las políticas de seguridad en las fronteras, muy especialmente con lo que tiene que ver con el accionar de paramilitares colombianos en nuestro territorio, que amenazan vidas y propiedades.
Yurlen Rondón
Internacionalista

No hay comentarios: