Hay algunas "cosillas" que se dicen sobre la supuesta "falta protocolar" que se asevera, a mi juicio erróneamente, que cometió "sólo" el Presidente Chávez, que no resultan ciertas, y que están siendo vistas fuera del contexto general.
Como internacionalista, quisiera fijar mi punto de vista al respecto.
Y lo pienso hacer, no sólo motivada por las expresiones de aquéllos que desconocen el tema del Protocolo y el Ceremonial de Estado, sino muy especialmente a raíz de las declaraciones de un jovencito que dirige el Grupo de Protocolo y Ceremonial de la Escuela de Estudios Internacionales, que fue invitado a dar su opinión en el programa de la muy respetada colega Giovanna De Michelle, transmitido por un canal nacional del cable.
Creo que su nombre es Angel Castillo.
En dicho programa, el joven estudiante de Estudios Internacionales sentenciaba, a mi juicio con gran ingenuidad, que "el Presidente Chávez había cometido una falta en el protocolo por haber tocado temas fuera de agenda".
A esto, uno suma las insostenibles críticas de sectores de la oposición respecto a que el Presidente Chávez "interrumpía el derecho de palabra del Presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero", y que ésto había ocasionado que el Rey de España lo mandara a callar.
El mundo del Protocolo y Ceremonial de Estado es un mundo donde, en efecto, rigen unas normas que le son muy específicas, pero que están allí por razones utilitarias, no sólo de "belleza y ornato".
Sus normas no deberían ser "entronadas" como el centro del Acto por los funcionarios de Protocolo y Ceremonial de Estado.
Por el contrario, están allí, aunque no lo parezca a simple vista, por razones utilitarias, para ayudar a los Jefes de Estado y de Gobierno al mejor desenvolvimiento de sus altas funciones en escenarios bilaterales o multilaterales.
Pensar que todo se reduce a la belleza de las formas, es francamente simplista.
Además, esas normas son apenas el entorno de lo que es el fondo de los eventos internacionales, que son los temas que los Jefes de Estado y de Gobierno tocan, y que, sobre todo en estos tiempos que vivimos, no dejan de estar transversalizados por la visión política o geopolítica que tienen los Mandatarios.
Para el momento del incidente diplomático, se encontraban los Altos Dignatarios en la firma de la Declaración Final de la Cumbre.
Según pude entender de labios de la Presidenta Bachelet, en ese momento de la firma de la Declaración, la agenda contemplaba discutir el plan de acción acordado por los Mandatarios.
¿Quién fue el que se salió de esos temas y trajo a la mesa el tema político que se había discutido acaloradamente la noche anterior, en la cena privada de los Mandatarios?
Fue Rodríguez Zapatero.
Y la discusión continúo por esos derroteros en la voz de otros Mandatarios, finalizando el Presidente Chávez.
¿Fue Chávez quien "se salió de la agenda"? Pues a la luz de la Verdad, no.
Simplemente, se encontraba en la dialéctica, discutiendo los asuntos políticos de fondo que todo aprendiz de Protocolo y Ceremonial debería saber son mucho más importantes que el Protocolo mismo, el cual sólo es UN INSTRUMENTO, NO UN FIN, dentro de una foro internacional, sea cual sea.
En esa dinámica dialéctica se encontraba el Presidente Chávez cuando replicaba a Zapatero.
Todo aprendiz de Protocolo y Ceremonial debería saber que al calor de una discusión política, no es poco frecuente que los Mandatarios hagan de la práctica dialéctica una costumbre.
De lo contrario, las reuniones internacionales carecerían de sentido político.
En todo caso, lo verdaderamente desagradable es ver como los medios de comunicación distorsionan cualquier hecho, incluso aquéllos que tienen que ver con el Protocolo y Ceremonial de Estado, para darle la razón a cualquiera que ofenda al Presidente, aunque el exabrupto diplomático la haya cometido esa persona y no nuestro Presidente Chávez.
Pero lo más triste es que jovencitos de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV, que se preocupan por aprender ese difícil arte que es el Protocolo y Ceremonial de Estado, respondan como automátas ante una pregunta.
Parece que la salida más fácil es decir "Chávez se equivocó".
Esto a mi personalmente me indigna. El Presidente es humano y se equivoca, pero decir que se equivocó cuando no lo hizo, es indignante.
Me hubiese gustado muchísimo que la Profesora Giovanna de Michelle, a quien admiro y respeto mucho, hubiese llevado a su programa a algún funcionario del Protocolo y Ceremonial de la Cancillería, para presentar una visión más equilibrada de los hechos, es decir, la otra cara, y no dejar a los televidentes la difícil tarea de llegar a conclusiones con una sola visión de los hechos.
Como internacionalista, quisiera fijar mi punto de vista al respecto.
Y lo pienso hacer, no sólo motivada por las expresiones de aquéllos que desconocen el tema del Protocolo y el Ceremonial de Estado, sino muy especialmente a raíz de las declaraciones de un jovencito que dirige el Grupo de Protocolo y Ceremonial de la Escuela de Estudios Internacionales, que fue invitado a dar su opinión en el programa de la muy respetada colega Giovanna De Michelle, transmitido por un canal nacional del cable.
Creo que su nombre es Angel Castillo.
En dicho programa, el joven estudiante de Estudios Internacionales sentenciaba, a mi juicio con gran ingenuidad, que "el Presidente Chávez había cometido una falta en el protocolo por haber tocado temas fuera de agenda".
A esto, uno suma las insostenibles críticas de sectores de la oposición respecto a que el Presidente Chávez "interrumpía el derecho de palabra del Presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero", y que ésto había ocasionado que el Rey de España lo mandara a callar.
El mundo del Protocolo y Ceremonial de Estado es un mundo donde, en efecto, rigen unas normas que le son muy específicas, pero que están allí por razones utilitarias, no sólo de "belleza y ornato".
Sus normas no deberían ser "entronadas" como el centro del Acto por los funcionarios de Protocolo y Ceremonial de Estado.
Por el contrario, están allí, aunque no lo parezca a simple vista, por razones utilitarias, para ayudar a los Jefes de Estado y de Gobierno al mejor desenvolvimiento de sus altas funciones en escenarios bilaterales o multilaterales.
Pensar que todo se reduce a la belleza de las formas, es francamente simplista.
Además, esas normas son apenas el entorno de lo que es el fondo de los eventos internacionales, que son los temas que los Jefes de Estado y de Gobierno tocan, y que, sobre todo en estos tiempos que vivimos, no dejan de estar transversalizados por la visión política o geopolítica que tienen los Mandatarios.
Para el momento del incidente diplomático, se encontraban los Altos Dignatarios en la firma de la Declaración Final de la Cumbre.
Según pude entender de labios de la Presidenta Bachelet, en ese momento de la firma de la Declaración, la agenda contemplaba discutir el plan de acción acordado por los Mandatarios.
¿Quién fue el que se salió de esos temas y trajo a la mesa el tema político que se había discutido acaloradamente la noche anterior, en la cena privada de los Mandatarios?
Fue Rodríguez Zapatero.
Y la discusión continúo por esos derroteros en la voz de otros Mandatarios, finalizando el Presidente Chávez.
¿Fue Chávez quien "se salió de la agenda"? Pues a la luz de la Verdad, no.
Simplemente, se encontraba en la dialéctica, discutiendo los asuntos políticos de fondo que todo aprendiz de Protocolo y Ceremonial debería saber son mucho más importantes que el Protocolo mismo, el cual sólo es UN INSTRUMENTO, NO UN FIN, dentro de una foro internacional, sea cual sea.
En esa dinámica dialéctica se encontraba el Presidente Chávez cuando replicaba a Zapatero.
Todo aprendiz de Protocolo y Ceremonial debería saber que al calor de una discusión política, no es poco frecuente que los Mandatarios hagan de la práctica dialéctica una costumbre.
De lo contrario, las reuniones internacionales carecerían de sentido político.
En todo caso, lo verdaderamente desagradable es ver como los medios de comunicación distorsionan cualquier hecho, incluso aquéllos que tienen que ver con el Protocolo y Ceremonial de Estado, para darle la razón a cualquiera que ofenda al Presidente, aunque el exabrupto diplomático la haya cometido esa persona y no nuestro Presidente Chávez.
Pero lo más triste es que jovencitos de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV, que se preocupan por aprender ese difícil arte que es el Protocolo y Ceremonial de Estado, respondan como automátas ante una pregunta.
Parece que la salida más fácil es decir "Chávez se equivocó".
Esto a mi personalmente me indigna. El Presidente es humano y se equivoca, pero decir que se equivocó cuando no lo hizo, es indignante.
Me hubiese gustado muchísimo que la Profesora Giovanna de Michelle, a quien admiro y respeto mucho, hubiese llevado a su programa a algún funcionario del Protocolo y Ceremonial de la Cancillería, para presentar una visión más equilibrada de los hechos, es decir, la otra cara, y no dejar a los televidentes la difícil tarea de llegar a conclusiones con una sola visión de los hechos.
Yurlen Rondón
Internacionalista
Internacionalista
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