Me parece excelente la movida del Presidente Chávez de incluir en la agenda de conversación con el Presidente Lula el tema del canje humanitario y la mediación venezolana.
También observo con mucho entusiasmo las iniciativas de apoyo que nuestro Gobierno Bolivariano ha recibido en ciertos escenarios, como es el caso del Movimiento de países No Alineados (NOAL).
En tal sentido, darle una proyección regional e incluso extraregional al tema puede ayudar a generar elementos a favor del canje humanitario.
Este último puede ser muy difícil sin que se desarrollen previamente conversaciones que conduzcan a negociaciones con las FARC.
Dichas eventuales conversaciones están en veremos por la negativa del Presidente Uribe a darle cualquier espacio, incluso meramente político, al grupo guerrillero.
Ya por allí el canje humanitario no se vislumbra como algo sencillo de lograr.
Tal como están las cosas en los momentos actuales, una eventual reunión entre Marulanda y el Presidente Chávez se perfila complicada.
Afortunadamente, nuestro Gobierno está dando pasos muy positivos e incluso ambiciosos para la paz en Colombia. Nuestra fe y mejores esfuerzos diplomáticos están orientados en ese sentido.
Del sensato manejo de este delicadísimo asunto podría depender que se empiecen a enseriar las conversaciones de paz en el vecino país, sin el componente militar, de guerra, que representa el Plan Colombia, asumiendo el problema como uno de interés regional y no un asunto subordinado a intereses extraregionales.
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