Como internacionalista, debo manifestar el profundo malestar que me ocasiona ver por la televisión a gente tan respetada dentro del área de las relaciones internacionales en Venezuela, como los son la profesora Elsa Cardozo, Milagros Betancourt e Italo Luongo, renunciar a mínimos éticos profesionales y pronunciarse en contra de las actuaciones del Presidente Chávez en favor del Canje Humanitario.
Todos ellos coinciden en que la mediación del Presidente Chávez fue un "fracaso", porque a la fecha no ha obtenido pruebas de vida de la colombiana Ingrid Betancourt, y le critican al Presidente de la República el que supuestamente haya utilizado la mediación para "proyectarse internacionalmente".
Uno se decepciona enormemente al constatar el manejo sesgado y oligárquico, tan ajeno a criterios científicos, que tienen estas opiniones.
¿Cómo estas personas, especialistas en negociación internacional, van a olvidarse de lo delicadas y difíciles que son las mediaciones internacionales, que pueden tomar incluso años, muy especialmente en conflictos internos del calibre del colombiano?
Mucho avanzó el Presidente Chávez en apenas tres meses. Todo un récord.
¿Acaso se podía avanzar de la forma que se hizo, sin que el Presidente Chávez se reuniera con altas personalidades internacionales, y sin el apoyo de otros mandatarios suramericanos, de organismos internacionales y grupos políticos de la más diversa índole?
A estos profesionales de las relaciones internacionales habría que recordarles que la mediación de un Jefe de Estado no puede ser una mediación modesta.
Tanta mezquindad de los colegas me molesta, honestamente. Y me hace pensar que los internacionalistas olvidan su carácter de científicos sociales y lo cambian por el de opinadores políticos de oficio.
Que pena ajena me da.
Todos ellos coinciden en que la mediación del Presidente Chávez fue un "fracaso", porque a la fecha no ha obtenido pruebas de vida de la colombiana Ingrid Betancourt, y le critican al Presidente de la República el que supuestamente haya utilizado la mediación para "proyectarse internacionalmente".
Uno se decepciona enormemente al constatar el manejo sesgado y oligárquico, tan ajeno a criterios científicos, que tienen estas opiniones.
¿Cómo estas personas, especialistas en negociación internacional, van a olvidarse de lo delicadas y difíciles que son las mediaciones internacionales, que pueden tomar incluso años, muy especialmente en conflictos internos del calibre del colombiano?
Mucho avanzó el Presidente Chávez en apenas tres meses. Todo un récord.
¿Acaso se podía avanzar de la forma que se hizo, sin que el Presidente Chávez se reuniera con altas personalidades internacionales, y sin el apoyo de otros mandatarios suramericanos, de organismos internacionales y grupos políticos de la más diversa índole?
A estos profesionales de las relaciones internacionales habría que recordarles que la mediación de un Jefe de Estado no puede ser una mediación modesta.
Tanta mezquindad de los colegas me molesta, honestamente. Y me hace pensar que los internacionalistas olvidan su carácter de científicos sociales y lo cambian por el de opinadores políticos de oficio.
Que pena ajena me da.
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